Recomendaciones para una buena práctica
Kinam significa equilibrio; la práctica desequilibrada no forma parte del intento de Kinam. Por ello, estoy obligado a añadir las siguientes observaciones:
1. Manuales. Por limitaciones de espacio y medio, este libro describe las posturas de un modo básico y general; sería imposible poner en papel la cantidad de variables que resultan de aplicar el sistema a cada caso en particular. La descripción se ampliará y aplicará en los manuales complementarios: “Kinam, posturas toltecas de poder y equilibrio” y “Principios posturales de Kinam”, escritos por las profesoras Ana Delia Benito y Alejandra Cobo.
2. Restricción. Las posturas se diseñaron para personas físicamente sanas. En caso de padecer algún problema físico, se desaconseja su práctica, excepto bajo supervisión autorizada.
3. Supervisión. Lo ideal, es practicar bajo la supervisión de un profesor autorizado, pues este sabe adaptar los ejercicios a nuestras características individuales. La cantidad de practicantes dentro de un grupo no debe exceder la capacidad del profesor para atender a cada uno de ellos. Si practicas por tu cuenta, conviene que busques el apoyo de otra persona, y seas consciente y responsable.
4. Contraindicaciones. Algunas posturas están contraindicadas para ciertos padecimientos. Por ejemplo, quienes sufren presión alta, problemas oculares o indigestión, deben evitar las posturas invertidas; las del este se desaconsejan para quienes padecen de las articulaciones de las rodillas; personas con hernias o fragilidad en las paredes intestinales deben evitar las compresiones y no pasar del reto inicial; etcétera. En cada postura se especifican sus contraindicaciones.
5. Límites. La postura y la sesión no deben sobrepasar los límites de fuerza, elasticidad y resistencia del cuerpo; los iremos explorando poco a poco, concediéndonos descansos para analizar su impacto sobre el organismo. Si no alcanzamos el ícono, no importa, nos limitamos a esbozarlo; es el intento lo que atrae los frutos. Los efectos benéficos de la postura están presentes desde su reto inicial; forzar los límites anula el beneficio.
6. Lentitud. Mientras más lenta la kinesis, más beneficios produce, pues más control hay que ejercer sobre los vehículos. No hay apuro, la sesión no es una competencia.
7. Respiración. La respiración es un elemento tan importante, que le dedicamos el capítulo 22. En resumen, se comporta así: aspiramos al expandir el cuerpo y exhalamos al comprimirlo. Tras montar la postura, la sostenemos hasta que se calme la respiración; no debemos pasar a la siguiente etapa del ejercicio mientras la respiración esté agitada.
8. Torque. Los giros, torsiones y desplazamientos tienen torque levógiro, es decir, inician por la izquierda o se dirigen a ese lado. Esto se debe a que, al comprimir el lado izquierdo y expandir el derecho, la respiración se torna tonal o vitalizante; por el contrario, al comprimir el lado derecho y expandir el izquierdo, se torna nahual o calmante. Es conveniente comenzar con respiración tonal. El torque también se manifiesta en algunos gestos de brazos y manos, como los de Unidad y Agua Quemada. Básicamente, el simbolismo consiste en que la izquierda recibe, extrae o reconoce, y la derecha da, proyecta o saluda.
9. Complementación. Un principio del sistema, es que las posturas asimétricas o con torque se deben complementar. Por ejemplo, si nos torcemos a la izquierda, luego lo hacemos a la derecha. Se exceptúan algunas posturas asimétricas por razones simbólicas u orgánicas, como el Saludo y el cruce de piernas.
10. Sitio. La práctica se debe realizar en un sitio suficientemente amplio y sin obstáculos, convenientemente ventilado, sobre un suelo plano, horizontal y firme. Una superficie blanda o inclinada dificulta el equilibrio.
11. Accesorios. La práctica se puede apoyar con los siguientes accesorios:
• Traje cómodo, suficientemente amplio o elástico para permitir la movilidad.
• Cinta para ceñir la frente, a fin de evitar que el sudor caiga en los ojos.
• Banda larga y resistente para atraer o atar las piernas en ciertas posturas.
• Estera de aproximadamente 120 x 60 cm para aislarse del suelo. Yo prefiero las de fibra natural, pero algunos practicantes encuentran mejor las de goma, pues evitan resbalones.
• Pequeño cojín para colocar bajo las rodillas o el coxis en algunas posturas. Yo uso en tal sentido una extremidad del petate enrollada hasta los 10 o 15 cm de diámetro.
• Bastón delgado y resistente de unos 80 cm, con dos usos: sostiene el mentón al meditar, y marca la verticalidad de la espalda, atravesado a la altura de las costillas y calzado con los codos.
• Manta para cubrirse en las técnicas nahuálicas. Esto puede parecer superfluo, pues salimos de las posturas con cierta excitación corporal, pero el cuerpo se enfría rápidamente tras una sesión de ejercicios.
• Recipiente con agua potable, pues es incómodo interrumpir la sesión para ir por agua, en caso de necesidad.
• Bolsa o morral con capacidad suficiente para estos accesorios.