Este 2. El abanderado

Nombre maya: Ajpan.
Nombre náhuatl: Pantli.
Intento: Concentro mi poder y bloqueo lo negativo. 

Postura del Abanderado, esculturas mexicas.

El nombre de esta postura se debe a que, con frecuencia, las estatuas que la representan tienen un agujero en la mano donde se colocaba el mástil de la bandera. Por su estabilidad, es apropiada para meditar. Se asocia a Shochipilli, príncipe de las flores, llamado por los mayas Shjonikte, cinco flor, personificación de las prácticas nahuálicas. En Kinam, representa la atención y la actitud marcial. Si queremos sostenerla por largo rato, podemos atarla con una cinta que pase por la mitad de la espalda y bajo las rodillas. Efectos principales: masajea el abdomen y flexibiliza las piernas.

Incorporación

1. Preparación. Esta postura no tiene desplazamiento, pero sí compresión. Nos colocamos en atención sentada (esta pose consiste en sentarnos con la espalda recta y las piernas estiradas, apoyándonos en los isquiones, no en las nalgas), centramos la mirada, tomamos una respiración completa y aguardamos.

2. Montaje. Primer reto: una pierna. Nos sentamos sobre la pierna derecha a modo de palanca; podemos extender el pie hacia atrás o puntear adelante. Replegamos la pierna izquierda delante, a modo de escudo, y la enlazamos con ambos brazos. Cerramos los ojos, enfocamos la atención en el entrecejo y tomamos cuatro respiraciones completas.

3. Complementación. Regresamos a la pose de inicio y repetimos la postura para el otro lado, sentándonos sobre la pierna izquierda y replegando la derecha. Otras cuatro respiraciones.   

4. Segundo reto: piernas cruzadas. A continuación, elevamos ambas piernas cruzadas frente al torso, hasta que las rodillas llegan a la base de las costillas; las enlazamos con los brazos y nos tomamos las manos al frente. Es importante cuidar que el torso esté recto; podemos ayudarnos, calzando el coxis con un cojín o apoyando la espalda en la pared. Cerramos los ojos, enfocamos la atención en el entrecejo y tomamos cuatro respiraciones completas.

5. Tercer reto: piernas paralelas. El impacto del ejercicio aumenta si colocamos las piernas en paralelo, en lugar de cruzadas, y tocando el pecho con las rodillas. Atamos la postura con los brazos, cerramos los ojos, enfocamos la atención en el entrecejo y tomamos cuatro respiraciones completas.

6. Retorno. Para regresar a la pose inicial, basta con abrir los ojos y estirar las piernas.

Contraindicaciones

Esta postura impacta las glándulas suprarrenales y entrena los músculos de la espalda. No tiene contraindicaciones, pero, quienes padecen de sobrepeso o rigidez en los músculos de las piernas, deben realizarla con cuidado, sólo hasta donde lo permita cómodamente el organismo.