Norte 3. La reverencia

Nombre maya: Lolom, reverencia.
Nombre náhuatl: Tlalkua, comer tierra.
Intento: ¡Que sea para bien y para todos! 

Postura de Reverencia, dibujo de un vaso maya y lámina del Códice Fejervary.

Los anahuacas saludaban en forma reverencial, hincando una rodilla frente al prójimo y tocando la tierra con la mano, para luego llevarla a la boca en señal de besar el polvo de los pies; de ahí el nombre náhuatl de este saludo. En Kinam, representa la humildad y el altruismo del guerrero. Efectos principales: flexibiliza los músculos de las piernas y ejercita los sentidos de coordinación y equilibrio.

Incorporación

Nota: la realización se facilita si colocamos un cojín pequeño bajo la rodilla.

1. Preparación. Esta es una postura de desplazamiento frontal inferior. Nos colocamos en pose de atención erguida, centramos la mirada, tomamos una respiración completa y aguardamos.

2. Montaje. Primer reto: saludo erguido. Hincamos la rodilla izquierda, formando ángulo recto con el muslo y la pierna derechos. El pie alineado hacia atrás puede descansar sobre el empeine o sobre las puntas de los dedos; el torso apunta al frente.

3. A continuación, abrimos los brazos en el gesto del Maíz, elevando el derecho y bajando el izquierdo, en correspondencia con la posición de las piernas. Realizamos una respiración completa, haciendo énfasis en las retenciones en pleno y en vacío.

4. Complementación. Todos los retos de esta postura requieren complemento, realizando los mismos movimientos hacia el lado opuesto e invirtiendo la posición de los brazos.

5. Segundo reto: saludo reverencial. A continuación, colocamos la mano derecha sobre la rodilla correspondiente, exhalamos y nos inclinamos hasta que la cabeza quede a la altura de la rodilla alzada, mirando al suelo. La mano izquierda toca el suelo. Retenemos en vacío por unos segundos y regresamos a la pose erguida, haciendo ademán de llevar a la boca la mano que tocó el suelo. 

Postura de Reverencia

6. Tercer reto: saludo profundo. Pasamos los brazos a la espalda y nos tomamos fuertemente las manos a la altura de la cintura. A continuación, en tanto exhalamos, estiramos hacia atrás los brazos y la pierna hincada, para hacer contrapeso, y seguimos inclinando el torso hasta que la cabeza llega al nivel del suelo. Retenemos en vacío.

7. Variante de equilibrio. La siguiente modificación de esta postura está diseñada para desarrollar el sentido del equilibrio. Consiste en realizar el primer reto, pero alineando pies y rodillas, es decir, el talón del pie derecho toca la rodilla izquierda. Una vez conseguida la estabilidad, mantenemos la postura por cuatro respiraciones completas.

8. Retorno. Por último, hincamos ambas rodillas y nos levantamos.

Contraindicaciones

Esta postura no tiene contraindicaciones para una persona sana, pero, quienes padecen de las articulaciones de las rodillas, deben calzarlas con un cojín y realizarla con cuidado. Personas con sobrepeso o excesiva rigidez en las articulaciones no deben intentar su variante de mayor reto.